Había leído buenos comentarios y referencias en diferentes lugares acerca
de este lugar y tenía ganas de conocerlo para probar la sazón del chef también dueño
del restaurante Sakaya Kitchen.
Es un restaurante pequeño y con la decoración agradable. En Blackbrick la
idea es pedir platos para compartir en la mesa y probar diferentes sabores.
Empezamos pidiendo los “dumplings” fritos de pollo servidos con una salsa
agridulce, estaban ricos y crujientes.
“Dim Sum” una de las especialidades del lugar: es una masita blanda rellena
de camarones, pollo o cerdo. Por recomendación de la mesera pedimos los que son
rellenos de carne de cerdo con salsa BBQ… la masa me pareció sin sabor y parecía
como que estuviera preparada hace mucho tiempo, no tenía un sabor fresco y
tampoco la carne.
A mí me encanta el arroz frito, y por eso lo pedimos en BlackBrick, para sorpresa
nuestra el pollo del arroz estaba crudo; ya le habíamos pedido a la mesera que
por favor la comida estuviera bien cocinada ya que dentro del grupo teníamos una
persona en embarazo… sin embargo el pollo llego crudo. Cuando se lo comentamos
a la mesera su respuesta fue que lo diría a los chefs pero en ningún momento
cambio el plato. Me pareció una irresponsabilidad servir el pollo crudo ya que
puede contener bacteria, y peor aún que no cambien el plato para satisfacción y
seguridad del cliente.
Por supuesto después de este detalle, las ganas de comer se afectan
bastante ya que quedas con un sinsabor; y con la inseguridad de que te sirvan
la comida mal cocinada, sin embargo se pidieron otros platos para probar más…
El pollo frito en salsa de naranja estaba por lo menos bien cocinado, y la
carne con una salsa agridulce estaba normal.
Desafortunadamente no se cumplieron las expectativas que tenia de probar
Blackbrick ni el sabor, ni el servicio y mucho menos la higiene…casi para
terminar la comida notamos varias cucarachitas caminando por la pared, no es la
mejor imagen que quieres de un restaurante que primero te sirve un pollo crudo y
luego tiene entre sus invitados a las cucarachas. Creo que le deberían prestar más
atención a esto, la parte de cocción en sus platos, el servicio y la higiene
juegan un papel importantísimo en un restaurante.
Les envié un correo expresándoles mi inconformidad y dejándoles saber los
detalles, me respondieron y me invitaron a regresar; pero un lugar que no tiene
un buen nivel en su higiene y salubridad no es un lugar al que yo quiera
regresar.